En la mañana del domingo 16 alrededor de 40 personas se reunieron en la costa de Vicente López con un motivo, celebrar la vida mientras se preserva el espacio natural. Entre todos los voluntarios, amigos y familiares de Tomás se logró juntar 135kg de material reciclable y 45 kg de basura. Además, se pudieron plantar unos 10 árboles nativos de la zona que favorecerán al ecosistema invadido actualmente por especies exóticas.
Los vecinos que impulsan el proyecto para mantener el sector como área protegida, manifestaron en el evento que el espacio durante años funcionó como depósito de escombros, afectando así la vegetación y el hábitat de animales. En cuanto a la parte costera, expresaron que se encuentra descuidada por la cantidad de residuos que trae el río cuando sube. Hoy, el Área Natural Irigoyen permanece gracias al trabajo voluntario de estos vecinos que la defienden de intereses que no sean la preservación.