Ser Guardián del Bosque es asumir un rol activo y consciente en el cuidado del entorno natural. Es entender que, en tiempos de crisis climática, la prevención es tan importante como la respuesta de las brigadas.
Es una actitud, una forma de estar en el territorio:
educada, porque parte del conocimiento;
empática, porque cuida lo que compartimos;
responsable, porque una pequeña acción puede evitar un gran desastre.
Las brigadas forestales, de Parques Nacionales, provincias, ICE y SNMF, ponen cuerpo y alma para combatir el fuego. Acompañarlas es clave para evitar entre todos el fuego.
Observá el entorno: humo, olor a quemado, fogones prendidos donde no corresponde, colillas encendidas, residuos en zonas sensibles. La alerta temprana es fundamental.
No dañes la vegetación, no muevas troncos secos para encender fuego, no generes fuentes de calor innecesarias. Recordá: en verano, casi todo es combustible.
Si viajás en grupo, explicá por qué no se puede hacer fuego. Si ves a alguien a punto de cometer un descuido, conversalo desde la cordialidad.
La prevención es colectiva.
En la Patagonia, la mayoría de los incendios comienzan por fogones mal apagados o encendidos fuera de áreas permitidas. Si no hay fogones habilitados, no hagas fuego.
Las colillas encendidas siguen siendo una de las principales causas de incendios. Apagalas con agua y llevátelas con vos.
El vidrio, las latas y los plásticos pueden convertirse en fuentes de calor.
Todo lo que traés, volvés a llevártelo.
📞 100 o 911
(Según tu ubicación, cualquiera de los dos te conecta con emergencias.)
No intentes apagar un incendio por tu cuenta.
Podés descargar el kit para escuelas, comercios o lugares de trabajo en: